Las personas ,por
lo general, solemos describirnos como alegres, simpáticas, amigables,
responsables, encantadoras, generosas, pasionales y muchos otros adjetivos que,
sin llegar nunca a tocar nuestro interior, intentan hacer una realidad ilusoria
de nuestro físico y psíquico; engañándonos a nosotros mismos para poder
"caer bien" a la gente que nos habla.
Yo me describiré como una persona diferente a esos adjetivos
que tan comúnmente aparecen.
Soy extremadamente racional llegando incluso a analizar
cualquier pequeña acción de cada persona que está a mi alrededor, por lo que también
me considero muy observador.
Para las demás personas aparento felicidad y alegría pero en
mis más profundos abismos de mi personalidad se que vive una persona bastante
distinta que, para mal o para bien, es fría y calculadora llegando a matar
sentimientos que la gente considera tan importantes para la vida de todo ser
humano. Con esto no digo que no tenga sentimientos solo explico que mi
verdadero yo los aísla y los retiene para que no salgan y sean desvelados a los
demás. Es un método de protección que todas las personas tenemos pero que
algunas llegan a desarrollar más por culpa de las heridas que se producen a lo
largo de la dura vida.
En resumen, soy una persona que tiene muchas corazas y
protecciones pero que a la vez puede atacar en cualquier momento si me veo
invadido y avasallado por alguien.
"A veces el mejor ataque es una buena defensa"